En la entrada de nuestros hogares encontramos productos como mesas de recibidor, pequeñas lámparas con luz ambiente, o si nos trasladamos a un ambiente más idílico típico de película de Hollywood incluso podemos encontrar pequeños cuadros que dan la bienvenida con el mensaje “Hogar dulce hogar”.
La idea era crear un objeto que diese este tipo de posibilidades, pero de una forma más poética, siendo un objeto sencillo, sobrio y de líneas depuradas, pero amable y atrayente a la vista, un objeto que no solo nos da la bienvenida, sino que también marque nuestra presencia y que pueda hacer partícipes a todos los miembros del hogar de dar ese mensaje de bienvenida.
Una luminaria, que da las dotes de un tablón de anuncios con la que el usuario debe interactuar para hacer un buen uso del producto, lo que fomentará la interactuación con el resto de miembro del hogar.
Por ello, convertimos un hecho tan cotidiano como es el de llegara casa en un momento de expectación en el que esperamos que la luz de nuestra luminaria esté encendida o simplemente en la que encontremos una no a diciendo lo mucho que nos quieren y se acuerdan de nosotros.
De modo que con nuestro producto, pretendemos establecer una relación de uso con el usuario, de forma que haciendo uso del objeto, creará o mejorará a su vez una relación con el resto de personas del hogar.
